Pintura, 2020, 400x370x310cm
En un estado de confinamiento obligatorio, en el que los d铆as se convierten en semanas sin tener claro los acontecimientos posteriores, el tiempo transita m谩s despacio y nos invita a observar nuestro entorno con mayor detenimiento. Por tanto, el espacio ocupado se convierte en el 煤nico lugar de inspiraci贸n y desahogo. Cada esquina, cada objeto olvidado, o cada contacto con la luz del sol y las gotas salvajes de la lluvia, se atesoran como instantes que recuerdan la belleza de la libertad. Asimismo, poder expresar de una forma tangible y mediante el elemento pl谩stico todas esas sensaciones, se convierte en un cuaderno de bit谩cora, de sentimientos o incluso en una terapia. La pintura y los objetos, act煤an como cargas crom谩ticas y pl谩sticas, modificando y dejando constancia en los muros de cemento. Cada emoci贸n y cada sensaci贸n diaria deja una huella apreciable -o no- en el resultado final. Ya sea apat铆a, desprecio, alegr铆a, efusividad, serenidad y tantas otras expresiones, ir谩n marcando el ritmo de transformaci贸n del lugar.